viernes, junio 11, 2010

Buena pieza




Hola amigos, esta semana he contribuido en Irreverendos.com con otro desenfoque gausiano de mi visión de las cosas. Partiendo de una situación que podríamos considerar común, he aplicado una deformación de la realidad, usando como herramienta un icono de la infancia como es David el Gnomo (y su zorro). El desenlace, un tanto macabro, supone un giro de 180º en la idílica existencia en nuestros mitos de estos seres fantásticos a los que les he aplicado un comportamiento violento y despiadado que difiere totalmente de lo que esperamos de un ser tan tierno, cívico y éticamente concienciado como es David el gnomo y sus congéneres.

La estructura es giratoria, es un bucle que termina tal y como empieza.

3 comentarios:

chema garcía dijo...

El otro día flipé en Irreverendos cuando me encontré con esta historia !

Mónica dijo...

Ahora has de superar ésta...A ver qué se te ocurre!!!

Francisco Peña dijo...

Me alegro mucho, Chema!!, espero que fliparas en sentido benigno... que en ésto nunca se sabe.

Mónica, no sé si para el próximo, o para el siguiente... pero se superará seguro.

Gracias a los dos.